Chango 2 - 0 Bola 8

Y aquí estamos señores. Lunes, 10.12 AM, lluvia importante en el microcentro y feria judicial. Panorama ideal para escribir la crónica sin mucho para hacer, al menos hasta que los jefes se aviven de que estoy al pedo y de que la persona que está a mi cargo (esta es nueva vieron?) tiene la orden de estar en msn y facebook terminantemente, así yo también puedo.
Es difícil escribir la crónica sin tomar las raíces y antecedentes de un partido que tuvo poco brillo, bastante ansiedad, pero que como suele pasar terminamos ganando. Con viveza, con un poquito de fútbol, con un poco de pierna. También con la vuelta del Ratón y de quien escribe, aunque la gloria haya quedado para otra oportunidad.

Seamos sinceros. El partido no arrancó el domingo a las 15. Para mí, arrancó el sábado a las 12. Fui a mover un poco el corpo a Boxeo (para que no?), fui a ponerle número a la camiseta (para que no?), miré botines (sí, definitivamente no me voy a comprar porque con los que tengo ya me falta darles futbol), y llegué a las 15 a ver Colombia - Perú en el Bustamante HD Arena. El partido no era de lo más divertido y claro, entró con la casaca número 16 José Fumetta. A los breves minutos recibo una propuesta del Vasco, quien me avisa que se va a comprar un buzo y después fumamos uno. A lo que respondo que yo también iba a comprarme un buzo, que vayamos. Bueno, no hay mucho para comentar de eso, sólo la anécdota en la que el Vasco entra a Wrangler (siempre en el último grito de la moda el vasquito) y encuentra una prenda (sí, una sola) que es buzo + campera desmontable. El vasco le ofrece al vendedor llevarse la campera con otro buzo que nada que ver, y como le dijeron que no, se retira enojado. Impresionante. Después volvió y la compró igual. Un genio. De ahí a lo del Gordo, partido, porro, birra. De ahí a Bustamante, de ahí a la fiesta de Puerto Madero.

Conclusión? A las 7 de la mañana sentía que me había pasado un tren por arriba. Mientras tanto, en la puerta de la financiera que está pegada al campo el Bicho, el Gordo y Martín se abrazan y se ríen de sí mismos y sus comentarios mientras terminan de saborear una bolskaya de melón. Dormí un par de horas y allá fuimos, hacia puerto madero, el mismo lugar que a las 7 de la mañana nos encontraba enfiestados, con menos movilidad que Michetti y con la cara más desfigurada que el Guasón Rodriguez Larreta. 

Arrancaba Chango vs. Bola 8, equipo con el que había jugado mi último partido en el campo en diciembre frente a Sitedesqui, en uno de los partidos con más aire de final que vi en el campo en el último tiempo. Imaginen a mi hermano y a mi juntos puteando a Sichilo, Víctor, Marcos, el árbitro, Pancho, Santi...todos juntos. Somos dos fieras. 
El partido arrancó mal parido de entrada. Demasiado apuro por ganarlo a los 2 minutos, jugando muy vertical. Para mi gusto, subestimamos mucho a un rival que como vimos, nos podría haber ganado. Nosotros siempre podemos ganar los partidos, pero cuando subestimamos al contrario nos complicamos solos. Ellos jugaban mucho más a lo ancho de la cancha, bien parados para la contra. En el primer tiempo no esperamos nunca que salgan, siempre quisimos pasarlos por arriba, muy apurados. También se habló demasiado, como si pudiéramos manejar con un joystick a los demás. Hay que arrancar el partido con mucha más calma. En lo personal, estaba pálido, no me sentía nada bien por todo lo que relaté al comienzo. También me costó un poco saber donde ubicarme en la cancha, producto de entrar a un equipo nuevo para mí aunque los conozco a todos. 

Creo que en el primer tiempo no hubo mucho peligro de nuestra parte. No supimos aprovechar a un Goyco que da muchos rebotes pateándole de afuera, no supimos ir por los costados aprovechando lo ancho de la cancha. Todo por el medio, y a pesar de 3 toques buenos al cuarto ya es más difícil mantener la precisión. A esta altura yo ya rogaba que se terminara el primer tiempo para pedir el cambio. Sentía las piernas como dos troncos y tenía menos pique que lago artificial. A eso súmenle el poco movimiento futbolístico y un poco de nervios de regresar. Recuerdo una jugada que me queda por la izquierda para encarar al Bichi mano a mano y sentí una falla multiorgánica: la cabeza no podía pensar para donde encarar, las piernas no sabían que movimiento hacer, y el equilibrio no estaba garantizado. Ahí fue cuando con una gran autocrítica tomé la decisión de salir. 

El segundo tiempo se dio con un poco más de tranquilidad en el juego. Ellos habían terminado mejor el PT, se emocionaron un poco con ganarlo y se abrieron más espacios. Nosotros no jugamos muchísimo mejor pero el Vasco y Martín inclinaron un poco la cancha, tratando de buscar al Bicho y al Toti. El gordo jugó un poco más adelantado, achicando la cancha. De a poco los fuimos llevando hacia el arco, y todos contábamos con un favorazo del Goyco.
Buen partido de Marcos, incorporando el tirarla afuera sin destino cuando la situación lo amerita. Martín supo festejarlo con un "bieeeeeeeeen".

El Vasco tuvo varios intentos de afuera más que buenos, aunque no tengan destino de gol influyen en los rivales. En el campo hay gran parte que es actitud, pero con inteligencia y no a lo guapo como intentan muchos equipos. La inteligencia llegó de la mano del Gordo. Sorpresa para mi gusto, que estaba viendo el partido de afuera. Grata sorpresa. Porque al Gordo le costó más que jugar de 2, no jugar de 9. Es algo completamente entendible, porque jugar de 9 es una visión muy particular del partido y de vivirlo. Estuvo todo el partido muy ansioso, como queriendo sacar del arco e ir a bajarla. Es que los tiempos son muy distintos, cuando jugás de 9 sabés que tenés que moverte muy rápido, que no hay un segundo para perder. Eso da un poco de ansiedad, sobre todo si no estás ahí en el cachengue del área rival. Pero siguiendo la lógica, el Gordo iba a cruzar toda la cancha, agarrar la pelota y patear el tiro libre con una bomba que tumbe al muñeco que sea. Estuvo muy frío, desorientó a propios y extraños y generó quizás la situación más clara que habíamos tenido en el partido con un sólo toque. La definición del Bicho fue más brillante aún. Cuando te tocan la pelota desde ese lado y con poca velocidad, es muy probable que la agarres mordida (y el Bicho sabemos que es un especialista en tiros poco ortodoxos). El movimiento que metió con el cuerpo fue impecable, y le permitió transformar un tiro libre al lado del área lleno de gente en una especie de mano a mano y centro atrás. Golazo. Un gol con una categoría tremenda desde lo mental. Pareció fácil desde afuera. Es que si los que pueden hacer las cosas fáciles, como el Gordo o el Bicho, y el Vasco por supuesto (*Ver nota al pie), las hacen, en el campo ya tenemos un plus importante. Insisto, lo más importante fue que de un típico tiro libre del campo sacamos una jugada de gol inesperada para los contrarios. 

Ahí el partido se abrió, ellos se fueron todos arriba. El Vasco tuvo la gentileza de hacerse un poco el lesionado (un poco más de lo que estaba) y permitió mi reingreso a la cancha. Gesto enorme del Vasco. Aunque también tengo que destacar que Tincho me dijo de salir antes y yo muy acertadamente le dije que no. Espero que todos tengamos ese criterio para entrar/salir. Como dije, no me había sentido bien, no me sentía para jugar. Pero el bajo rendimiento no era muy motivador para lo que se viene. Entré algo así como 4 minutos y tuve la posibilidad de tocar la pelota dos veces. La primera fui hasta el fondo y gané un corner que no me cobraron, pero al menos sentí que la pelota respondía a mis órdenes y el cuerpo un poco más también. Tiré un caño que pasó a medias, lo que significaba que el cerebro dio la orden y llegó a mis pies. Primer paso está dado. La segunda todos sabemos fue el gol (NdEd: El último gol de Juli en Chango había sido el 19/04/2009 contra el Gordo Fracasado en el Pre-C). Un gol que tuvo poca influencia en el partido, que tuvo poca emoción para mí también, pero en el momento lo pensé como el gol de Palermo a Huracán. Se acuerdan? Parecía un partido a beneficio y todos pensamos que Palermo se retiraba con ese gol triste. Pero a partir de ahí Palermo empezó a meterla. Para mi no es lo mismo irme habiendo jugado mal, que habiendo jugado mal pero con un gol en el bolsillo. Es una mínima motivación para llegar al partido que viene mucho mejor. Quédense tranquilos, tengo mucho más para aportar que lo de ayer.

Párrafo aparte para un fenómeno social que amenaza con ser una leyenda. Los sociólogos ya estudian el fenómeno Bustamante Palace. Un 2 ambientes de escasas dimensiones, pero al cual nadie quiere dejar de asistir. Realmente impresionante como levanta el domingo, entre amigos, recuperándose de la resaca o aprovechando en grupo en lugar de fisurar solos cada uno en su casa. Circulan el churrito, comidas varias, partidos de fútbol, novias, y buena energía. Personalmente, es un gusto que todos vengan a mi casa. Es algo que aprendí a disfrutar hace mucho tiempo, quienes conocieron Arenales sabrán bien. Es una lástima que no hayamos podido contar con Toti y Marcos en aquellas épocas para que presencien cómo una casa de familia puede desvirtuarse tanto en presencia de los dueños de casa. Pero mi vieja me inculcó disfrutar que puedan venir amigos a casa, que la gente se sienta cómoda y la pase bien. De hecho, cada uno guardará en su conciencia algunos momentos tensionantes. 
Bustamante sigue la suerte de Arenales en menores dimensiones. Ayer parecía la Bombonera. Pero a mi me pone contento que todos se sientan cómodos por igual, los más añejos como el Bicho, que no tiene problemas en agarrarse las bolas y tirarse en mi sillón, o los más recientes como el Toti o Marcos. 

Párrafo aparte para el operativo. Llegamos y la casa era un bardo de la noche anterior. Al rato, todo ordenado comiendo 30 panchos. Cuando se fueron y Delfo se acomodó para una siestita, me vi dispuesto a ordenar y limpiar los rastros. Me encontré con la cocina en condiciones impecables, y con pasar un trapo a la mesita estaba en condiciones de descansar. Chapeau para la banda, que le costó pero aprendió que con un pequeño esfuerzo de cada obrero, hay mayor productividad (?). Chapeau también para las chicas, que vienen, se chupan el frío del partido y después le ponen toda la onda. Y sobre todo, cortan el clima de olor a huevo imperante. Le dimos la bienvenida a Lu, la novia del Bicho, que viene a ser como un bustamantismo (emulando al peronismo) de segunda generación. Vio que no había manera de frenar el movimiento de los domingos y se unió. Bienvenida. 

Se fue la primera mitad del torneo. Los resultados son más que óptimos y estamos definitivamente metidos en la pelea arriba. Si Sitedesqui empata algún partido, la cosa cambia y va a depender mucho de cómo salgamos contra ellos. Todavía se puede, y si no salimos campeones será el año que viene pero tengo fe. 
Les mando un abrazo a todos, y nos estamos viendo, en cualquier momento, por esta misma señal, en esto que hemos denominado el Show de Bustamante. 

(*Al Vasco bien paradito en el medio lo banqué yo y se dieron cuenta que tenía razón, la está rompiendo. La tienen todos adentro).
                                                                                                                     Juli

Nota de Editor Gordo:
1) No quiero dejar de destacar que Juli volvió después de mucho tiempo al equipo y arrancó haciendo un gol. Por más que digan que fue un gol sin importancia en el marcador final, es muy importante a nivel anímico para un goleador. Segui por esta racha que asi como alguna vez hiciste el gol clave para ascender a la "A" la primera vez que subimos, seguramente este año te tocará hacer algún gol clave.
2) También destacar al ratón, que después de la suspensión, volvió al arco y logró por primera vez en todo el torneo que el equipo logre mantener la valla en cero. Muchas bolas que parecían difíciles, él las hizo fáciles. Clave para darle seguridad y tranquilidad a todo el equipo.
3) Finalmente destacar como todo el año la serenidad del equipo para jugar. Si bien ya van un par de partidos donde no logramos desplegar el mejor nivel de juego, estamos concentrados todo el partido y sabiendo que un par de oportunidades siempre vamos a tener. Para todo equipo que pretende luchar arriba es quizás más importante que ganar jugando bien, ganar cuando se juega mal.

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